ORIGEN Y EVOLUCIÓN

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Origen y Evolución de la Inteligencia Artificial

Figura 2

Representación de la inteligencia artificial


Nota. La presente imagen nos permite dar una noción de la inteligencia artificial y todo lo concerniente a la misma.

La inteligencia artificial, definida usualmente como la ciencia de construir máquinas para que hagan cosas que, si las hicieran los humanos, requerirían inteligencia, toma un sentido científico viable, como disciplina informática moderna, durante la segunda mitad este siglo. Es el resultado directo de la influencia de diversas corrientes intelectuales (teoría de la computación, cibernética, teoría de la información, procesamiento simbólico) desarrolladas sobre los cimientos formales de la lógica y la matemática discretas, e impulsadas por el desarrollo de los computadores digitales.

Los primeros esfuerzos en el estudio de la simulación automática de la inteligencia tuvieron lugar en el periodo de 1945 a 1956. Durante este periodo las diferencias fundamentales entre el funcionamiento del del cerebro humano, los sistemas de retro- alimentación (feedback) y los computadores digitales no estaban aun bien definidas. En 1943 Wiener, en colaboración con Rusenblueth y Bigelow, establece las bases de la cibernética (control, autorregulación) integrando aproximaciones mecánicas (automatismos) biológicas, (regulación natural) fisiológicas (neuronas), formales (lógica) y de procesamiento de información. McCulloch y Pitts explican formalmente la realización de operaciones lógicas mediante el interconexionado neural y su control por realimentación, demostrando que cualquier ley de entrada/salida podría implementarse con una red neural. Seis años más tarde, en 1949 , Hebb sugerirá mecanismos de aprendizaje. Acabada de nacer el paradigma conexionista. En 1950 Turing aborda desde otra perspectiva la cuestión: “¿puede una máquina pensar?”. Turing propone un test (bautizado con su nombre) de caracterización basado en la capacidad de emular el comportamiento humano en el llamado juego de imitación. El test de Turing se define de la siguiente manera:

“Disponemos a un humano y a una máquina en habitaciones diferentes. Un observador les hace una serie de preguntas a uno y a otro a través de la puerta. Si pasado un cierto tiempo el observador no es capaz de determinar quién es el humano y quién la máquina, podemos concluir diciendo que la máquina posee inteligencia”.

Existen defensores y retractores de este test, pero en definitiva es el comúnmente aceptado por la inmensa mayoría de investigadores en IA.

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